sábado, 20 de febrero de 2010
Curso de introducción a la cata - Capítulo 6
La cata correcta
Una cata requiere una gran concentración, atención y evitar cualquier factor que pueda interferir en las sensaciones que debemos percibir, ya sean visuales, olfativas o gustativas.
Un entorno adecuado
Una buena iluminación, ya sea natural del día o artificial, en este caso, que sea lo más similar posible a la natural.
El silencio evitará la pérdida de concentración.
Una temperatura ambiente agradable, entre 20 y 22ºC.
La muestra
Debe ser anónima, sin contener ninguna información sobre el vino que se va a catar.
La temperatura del vino debe ser aquella a la cual será servido para su consumo.
El número máximo de muestras a catar dependerá de la capacidad de cada catador.
La copa
Deberá ser de cristal fino, de transparencia absoluta y totalmente incolora.
En cuanto a la forma deberá tener la boca más bien cerrada, para no dejar escapar los aromas. De formas más redondas y/o de tulipas para los vinos tranquilos, de flauta para los vinos espumosos y con formas más a balón para los brandies y aguardientes.
El tamaño deberá ser el suficiente para que una vez se haya llenado el tercio de copa contenga unos 200cc de vino.
La conservación de las copas es muy importante. La limpieza de estas se llevará a cabo con agua, sin detergentes aromáticos. En el secado se utilizarán servilletas limpias y sin perfume. Hay que evitar conservarlas boca a bajo sobre una superficie ya que pueden toman olores (metal, madera, etc.). Lo más apropiado sería colgarlas boca abajo.
Fuente: Bodegas Torres
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario