Desde hace una semana el nuevo trabajo de Arcade Fire está a la venta y, como era de esperar, no ha pasado desapercibido.
Como dictan las buenas prácticas, para tener éxito en un blog, dicen que hay que escribir artículos de actualidad y, si es posible, que éstos sean de gran interés para conseguir una gran audiencia. Así que esta era la oportunidad para hablar de uno de los discos más esperados del año.
Los ávidos críticos musicales ya se han lanzado a escribir sobre el disco y he leído críticas en ambos sentidos. En mi caso, creo que seré más imparcial que nunca porque he de confesar que soy un fan incondicional de este grupo, que me cautivó con su primer trabajo (Funeral) allá por el 2004.
En este disco destaca la huella del productor James Murphy (LCD Soundsystem) ya desde la primera pista. Ha bañado la épica de las canciones del grupo con matices electrónicos que incluso hacen coger inercia en algunos estribillos para desencadenar en una gran liturgia.
Entre los temas más destacables del disco están "Normal Person", "Afterlife", "Joan of Arc" y, como no, su single Reflektor. Tema que da título al álbum y que simboliza el eje en el que se desarrolla el resto del trabajo. En los coros de esta canción ha colaborado otro de los grandes que también ha estrenado álbum este año (David Bowie).
En total trece temas, divididos en dos discos, que bien podrían significar un compendio de música atemporal con un avance hacia sonidos más bailables y más próximos a la electrónica.
Cabe decir que hay algún tema que desentona de la línea del disco como "Here comes the Night Time" pero éstos no hacen desmerecer una nota muy alta.
En definitiva, con muchas ganas de volver a verlos en directo. Lástima que para disfrutarlos ya no haya más opción que hacerlo en grandes y tumultuosos estadios.
Grupo: Arcade Fire
Disco: Reflektor
Año de publicación: 2013
Estilo: Pop, Indie-rock, Electrónica